Esquí o snowboard y qué es más fácil de aprender es una pregunta común entre quienes desean iniciarse en el deporte blanco. Para los aficionados, pasar del esquí a snow o, al contrario, puede ser algo ligeramente más sencillo ya que conocen el medio. Habituarse a una tabla o cambiar de esta a unos esquís se basa principalmente en modificar el equilibrio y los movimientos por los que se consigue la propulsión. Si quieres saber qué es más fácil de practicar, esquí o snowboard, la clave está en la cantidad de tiempo del que dispongas y tu interés.
Qué es más difícil: esquí o snowboard
Esquí o snowboard son las opciones más típicas con las que aventurarse en los deportes de invierno. La cuestión sobre qué es más fácil, esquiar o hacer snowboard, no puede contestarse a bote pronto. El esquí emula de forma natural nuestro apoyo sobre los pies y, de hecho, como medio de transporte nació hace miles de años. Mientras tanto, la tabla de snow se ha creado únicamente como medio de practicar el snowboard y subirse a ella requiere de cierta práctica para mantener el equilibrio. Esta distinción primera puede dar a entender que el esquí es más fácil que el snowboard pero la cuestión no es así de rotunda ni mucho menos.
El esquí y el snowboard poseen diferencias en cada una de las fases que conducen desde un primer contacto hasta su dominio. Todas las actividades nuevas que deseemos adquirir requieren de entrenamiento. Un idioma, un instrumento musical o pintar cuadros necesitan de bastantes horas. No obstante, no es lo mismo aprender a tocar el piano o la guitarra a pesar de que para ambos instrumentos es preciso practicar para tocar una melodía. De todos modos, esto no significa que esquiar o deslizarse con una tabla de snow lleve tantas horas como tocar un instrumento sino que a pesar de parecerse, tienen sus particularidades. Entonces, ¿qué diferencias hay entre el esquí y el snowboard?
La curva del aprendizaje es un concepto que nos puede ayudar para resolver la cuestión de qué es más difícil, si el esquí o el snowboard. Se aplica a un proceso en el que se adquieren destrezas nuevas y relacionando tiempo y éxito. Lo que ocurre con el aprendizaje del esquí es que la curva al comienzo es pronunciada ya que deslizarse es relativamente rápido por pistas para principiantes. El divertimento está asegurado y terminarás tus primeras jornadas con la sensación de estar avanzando. La tabla de snow es otra cosa. Hay que dedicarle tiempo para no caerse y esto puede costar a algunas personas. Mantener el equilibrio viene, no obstante, de repente sin esperarlo y, tras un par de días de práctica aproximadamente, la destreza va en aumento. Puede decirse, pues, que la curva de aprendizaje del snowboard es más suave pero siempre en ascenso, lo cual resulta muy motivador. Por el contrario, en el esquí se estabiliza durante un período más o menos largo que depende de la frecuencia cuando se quiere llegar a un nivel avanzado. Esto se debe a que precisa de movimientos corporales para los que requieren clases técnicas y una buena forma física.
Esquí vs snowboard
Preguntarnos qué es más fácil, si el esquí o snowboard, está también vinculado con nuestra preparación y equipo. Resulta conveniente mantener un ritmo adecuado en el aprendizaje para evitar que nos lesionemos. Las lesiones más frecuentes del esquí se centran en los ligamentos de la rodilla mientras en el snowboard son las muñecas las más expuestas. Seguir las indicaciones de un monitor nos permitirá aprender a frenar adecuadamente y, si no lo podemos evitar, a caernos sin hacernos daño. Por todo ello, no escatimar en seguridad es fundamental. Un casco de buena calidad y unas gafas con protección UV son siempre obligatorios mientras que el caso del snowboard, espalderas y culeras nos protegerán apropiadamente. Y por supuesto, una vez elegido por dónde empezar, ya no tendrás que preguntarte cuál es más fácil o difícil porque seguro que te picará el gusanillo de probar aquella opción que se quedó en el tintero.